Nova Austral: startup Xepelin se lanza contra acreedor noruego para excluirlo del proceso y Moneda vende bonos a fondo inglés
La fintech acusa al banco DNB de estar llevando a la salmonera a su liquidación.
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Con Nova Austral pendiendo de un hilo, los acreedores y bonistas de la principal empleadora de Tierra del Fuego siguen batallando en tribunales para definir el futuro de la reorganización judicial de la salmonera, que adeuda unos US$ 560 millones.
Ahora esta disputa dará un nuevo giro, de la mano de Xepelin, una de las startups más grandes del país, que se define como una fintech que busca administrar las finanzas a pequeñas y medianas empresas. El emprendimiento se lanzó contra el banco noruego DNB Bank, segundo principal acreedor de la causa, y lo acusó de estar, en la práctica, llevando a liquidar la compañía.
Por eso, la startup presentó un recurso para posponer el crédito de DNB y que quede relegado al final de la lista de acreedores.
La maniobra legal
Todo esto tiene que ver con una arremetida iniciada por los noruegos en el proceso de reorganización. El banco –al que Nova Austral adeuda unos US$ 69 millones- tiene un derecho de prenda sobre algunas acciones de la compañía.
La propuesta de reorganización de la salmonera se basaba, en gran parte, en pagar mediante la capitalización de su deuda, por lo que necesitaba de esas acciones para concretar su plan. No obstante, los noruegos se mantuvieron firmes y pidieron que los papeles fueran excluidos de la categoría de bienes esenciales, quedando fuera de la protección de la Ley concursal.
Xepelin adjuntó una carta donde el DNB Bank pedía “iniciar la ejecución o enajenación de todas las garantías” y de los bienes gravados propiedad de Nova Austral y su matriz, incluyendo las acciones.
“La realización de las garantías mencionadas, dicho sea de paso, todas declaradas esenciales en este proceso, importa darle un portazo a la posibilidad que Nova Austral se reorganice, ya que sin estos activos la continuidad de su giro es imposible, restando solo su liquidación como alternativa”, dijo el emprendimiento fundado por Sebastián Kreis y Nicolás de Camino.
Su argumento legal es que el DNB vulneró una cláusula de la Ley concursal que dice que no podrían terminarse anticipadamente en forma unilateral las garantías contratadas. Con esto, solicita que el banco no pueda votar en la propuesta de reorganización y, como segunda opción, que el banco vote como acreedor valista, es decir, en el grupo de aquellos que no tiene sus créditos garantizados por prendas o hipotecas.
Acreedores y bonistas
Xepelin es uno de los acreedores pequeños de una lista de casi 500 sociedades adeudadas. La salmonera le debe US$ 227 mil, un 0,04% del total de la deuda.
“Sin perjuicio de que las acreencias con Nova Austral representan un porcentaje marginal del portafolio que administra Xepelin, la compañía ha tomado todos los resguardos y acciones necesarias para cumplir su deber fiduciario”, dijo en una declaración.
Los principales acreedores son los tenedores de bonos, agrupados por Nordic Trustee. Ellos representan el 74% del total de la deuda, con más de US$ 415 millones.
Ese grupo era liderado por Moneda Asset Management, sin embargo, según distintas fuentes consultadas, la administradora de fondos logró salir de la compañía y vendió sus bonos a un fondo de Londres. Estos ingleses, dicen las fuentes, tienen un fuerte equipo de abogados, por lo que el proceso podría seguir enredándose aún más en tribunales.
Además de Moneda, entre los bonistas destaca Fratelli Investments, sociedad ligada a la familia Solari Donaggio, que sigue a la espera del futuro de la salmonera.
Tanto Fratelli como Moneda se han querellado contra exdirectores, exejecutivos y un representante del controlador noruego de Nova Austral, acusándolos de estafa y ocultamiento de información de la compañía.